Un gato hidráulico es una herramienta mecánica que utiliza el principio de la transmisión de fuerza a través de un fluido para levantar objetos pesados de manera efectiva y segura.
Consiste en un cilindro sellado que contiene aceite u otro fluido hidráulico, conectado a una bomba o émbolo que ejerce la fuerza necesaria para elevar la carga. La principal ventaja del gato hidráulico es su capacidad para generar una gran fuerza de levantamiento con una aplicación de fuerza relativamente pequeña en la bomba. Es muy importante saber usarlo correctamente para evitar errores graves o daños permanentes en tu vehículo, descubre más a continuación.
¿Qué tipos de gato hidráulico existen?
En primer lugar, es importante diferenciar que existen gatos mecánicos y gatos hidráulicos. Los gatos mecánicos se basan en un sistema multiplicador que hace uso de una pieza con rosca y un huso. Se utilizan preferentemente para cargas relativamente pequeñas y están diseñados para accionarse manualmente o mediante pequeños motores.
A diferencia de los gatos hidráulicos, estos se se basan en el principio de Pascal y aprovechan el efecto del reparto uniforme de presión a través de un fluido entre dos pistones de diferente sección. Los más comunes son los gatos de carro y los de suelo o de taller, que elevan vehículos para conseguir acceder a la parte inferior y llevar a cabo el mantenimiento del mismo. Aunque también existen otro tipo especial que son los utilizados en sectores como la construcción o la industria con múltiples aplicaciones.
Una de las funciones centrales de los gatos hidráulicos es cambiar las ruedas de los carros al levantarlos. Como recomendación, si tu carro es de gran tamaño, para mayor seguridad, te aconsejamos que utilices un gato hidráulico especial SUV.
Por ejemplo, los gatos hidráulicos de carretilla son ideales para acceder al bastidor de los vehículos de cualquier altura. Con el uso de las ruedas, que pueden ser fijas o giratorias, se puede colocar el gato hidráulico debajo del coche de forma precisa antes de las operaciones de elevación. La carga máxima que puede elevar el gato hidráulico de carretilla puede variar entre 1, 3 y 10 toneladas, dependiendo del modelo de este tipo de herramientas.
Por otro lado, el gato hidráulico de botella sirve para la elevación tanto de un coche como de cargas con capacidades, según el modelo, desde las 2 hasta las 50 toneladas.
En el siguiente video un experto de Centropiezas Plus te enseñará a utilizarlo correctamente y con seguridad:
¿Cómo usar un gato hidráulico de forma segura?
El gato hidráulico es una herramienta ampliamente utilizada para levantar vehículos y objetos pesados, pero su uso incorrecto puede implicar ciertos riesgos personales y para el vehículo. Uno de los principales peligros es el fallo mecánico, ya sea por defectos en el propio gato o por su uso en superficies inestables o irregulares. Si el gato hidráulico cede repentinamente, el objeto elevado puede caer bruscamente, poniendo en riesgo a las personas que se encuentren cerca o trabajando debajo del vehículo.
Otro riesgo asociado al uso del gato hidráulico es la sobrecarga, es decir, intentar levantar un peso que excede la capacidad máxima del equipo. Cada gato tiene un límite específico y sobrepasarlo puede dañar el sistema hidráulico o hacer que el gato colapse. Además, no asegurarse de que el vehículo esté correctamente posicionado y distribuido en el gato hidráulico puede provocar un desequilibrio, aumentando las probabilidades de un accidente.
Con el tiempo, el desgaste de los componentes, la falta de lubricación o fugas en el sistema hidráulico comprometen la eficiencia y seguridad del gato hidráulico. Es importante que si notas desgaste, cambies esta herramienta.
Para utilizar un gato hidráulico de forma segura y minimizar riesgos, es importante seguir algunos consejos clave:
- Verificar la capacidad del gato: asegúrate de que el gato hidráulico sea adecuado para el peso que necesitas levantar. Nunca excedas su límite de carga.
- Usar en superficies planas y estables: coloca el gato en una superficie nivelada y firme para evitar que se desplace o vuelque durante el levantamiento.
- Posicionar correctamente el gato: identifica los puntos de apoyo recomendados del vehículo o equipo para evitar daños y asegurar un levantamiento equilibrado.
- Bloquear el vehículo: utiliza cuñas o bloques en las ruedas que no se están levantando para evitar que el vehículo se desplace mientras está elevado.
- Nunca trabajar bajo un vehículo solo con el gato: siempre coloca soportes de seguridad o caballetes después de levantar el vehículo con el gato, ya que el gato hidráulico es solo para levantar, no para soportar el peso de forma prolongada.
Explora las características a tener en cuenta para elegir un gato hidráulico
Si necesitas un gato hidráulico para tu carro o para un taller, hay algunas características que deberías tener en cuenta:
- Capacidad: es el principal dato que deberias tener en cuenta a la hora de elegir un gato hidráulico. Determina la capacidad de empuje a la máxima presión que puede generar la bomba y esta información se suele expresar en toneladas y en kN.
- Carrera del cilindro: este dato se refiere a la excursión efectiva del vástago del cilindro.
- Capacidad de aceite: representa la cantidad de aceite necesaria para realizar toda la carrera del cilindro, está estrictamente relacionada con la elección de la bomba a utilizar y más precisamente con la capacidad de su depósito.
- Altura cerrada: indica simplemente la altura del martinete cuando está cerrado.
- Peso: indica el peso del martinete, en ciertas aplicaciones puede ser un dato muy importante, existen martinetes especiales construidos en aluminio capaces de reducir el peso en un 60%.
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